Ansiedad
Llevo todo el día pegado a mi perro. Le sigo a cualquier parte con una mezcla de ansiedad y desidia. Deseo que me saque de este lugar pero él me mira y parece no comprender mis palabras. Le grito y le grito que es hora de salir hasta que por fin me hace caso.
Ya en la calle, le sostengo la correa y hago como si fuera un amo normal.
Ojalá hoy me lleve lejos -pienso- hasta donde los seres racionales como yo seamos realmente libres de tanta irracionalidad.
Ojalá hoy me lleve lejos -pienso- hasta donde los seres racionales como yo seamos realmente libres de tanta irracionalidad.
María Coca
Imagen: C. Turner
Imagen: C. Turner
También yo estoy yendo tras tu perro en pos de esa libertad que persigues. Pero, como quien mueve una marioneta, el guionista de mi vida manipuló estas manos que teclean para arrancar la última página de mi blog y hacerla una bola.
Recuerdo vagamente cómo me la guardé en el bolsillo y cómo estuve mirando el portátil hasta que se le agotó la batería; sin embargo, no recuerdo cuándo salí a la calle detrás de un perro y una amiga...
Aunque lo hice, como esta presente entrada tuya certifica.
Muchos besos, María.
(Solo es real la niebla)
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SALETA |
12 agosto, 2015 22:14
Bonito alegato, María.
Y pienso en cuanto sufrimiento por insistir en parecer quienes no somos en pos de la racionalidad.
Un gusto volver a leerte, María
Un abrazo
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Alís |
24 agosto, 2015 06:51
María qué gozada leerte después de tanto tiempo. Os tengo yo abandonados a todos mientras me concentro en escribir novelas que terminan en un cajón. la foto del perro es un carlino me parece, yo tengo uno. un beso enorme, cielo
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Mª Ángeles Cantalapiedra |
28 agosto, 2015 09:28
Un micro muy bueno, María.
Abrazos.
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Raúl |
17 septiembre, 2015 08:53